Segundos, cuando sentado en el balcón
pies al aire, el viento que acaricia los tobillos desnudos
en la mano algún trago sin nombre
y los ojos
// los ojos muy por delante de cualquier cosa
// sobre nada.
Se confunden los autos y sus luces obturadas
con la música fragmentada a ratos
por las bocinas y derrapes
y así, sentado como en el aire
en medio de la nada...